Opinión respecto a los amaños de la Selección Salvadoreña de Fútbol
Como todos los salvadoreños que tienen un poco de
amor propio y algún sentido de valor patriótico, me sentí indignado cuando se
publicó la noticia de que un grupo de seleccionados de fútbol once de nuestro
país, se había vendido. Me enojé porque
este atajo de sinvergüenzas a los que yo había ido a apoyar incondicionalmente,
me habían visto la cara de pendejo.
Ante esto, mi reacción fue bastante lógica.
Primero, sentí rabia por ver como un grupo de
corruptos traicionaron la poca ilusión de todo un país en el que no atravesamos nuestro mejor momento, por no decir, que estamos bien jodidos.
Poco después, se me activó el mecanismo de defensa en
el que el corazón empieza a buscar un poquito de esperanza aún cuando la razón
nos dice que no hay nada bueno en una situación, y llegué a pensar: “¿Osea que si no se vendían, íbamos al
mundial?” Más cólera me dio.
Luego, con la noticia de los amaños ya asumida y
ampliamente discutida con todos con quien pude hablar del tema, ya sin tanta pasión, finalmente llegué a la reflexión.
En todas las etapa antes mencionadas, hubo un factor
común: la inevitable búsqueda de
culpables. Escuché todo tipo de teorías,
algunas obvias como que era culpa de nadie más que de los jugadores, hasta
algunas estúpidas en las que casi que justificaban el accionar de estos
criminales porque ganaban muy poco dinero… cosa que no es cierta.
Yo era de los que culpaba a los jugadores. Me referí a ellos con un sinfín de adjetivos
calificativos que antes, solo había utilizado para referirme a tipos como Hugo
Sánchez, Cuauhtemoc Blanco o David Faitelson.
Nunca los había usado para referirme a alguien que se pusiera la
camiseta más linda del mundo: la de la
Selección de El Salvador.
Sin embargo, la conclusión a la que había llegado de
culpar solamente a los jugadores cambió cuando empecé a pensar el tema con
cabeza fría. Para llegar a contestar la
pregunta de quiénes eran los culpables, había que hacerse otra pregunta
primero: ¿por qué vendieron los partidos
los seleccionados? ¿Me creerían si les
digo que por culpa de nosotros? Sí,
leyeron bien. La culpa de que los
innombrables amañadores hayan vendido los partidos de la azul y blanco, es
nuestra.
Déjenme y les explico.
Todos decimos apreciar valores como la honestidad, el
esfuerzo y el trabajo. Por consecuencia, de forma implícita
rechazamos antivalores como el robar, el irrespetar el derecho ajeno y
ser cómplices de cualquier delito. Entonces,
¿por qué compramos películas piratas?
Porque sentimos que seríamos pendejos si pagamos lo que vale una original, cuando en cualquier esquina las venden a $1.
¿Por qué usamos el carril de emergencia en una
carretera cuando hay tráfico? Porque por pendejos nos vamos a quedar haciendo una
cola, cuando nos la podemos evitar.
¿Por qué cuando le roban un emblema a nuestro carro, vamos a comprar uno afuera del García Flamenco y no a la
distribuidora de autos? Porque por pendejos vamos
a pagarle al que los vende más caros, si hay una opción por la fracción del
precio.
Vivimos en una cultura donde todos nos sentimos
genios, y no pendejos, por hacer cosas que no debemos. Hacemos cosas que no solo son moralmente cuestionables,
sino que además, son ilegales. Y que no
me vengan con pajas de que quienes lo hacen es por necesidad. Las películas piratas las compran en la
Escalón y en Soyapango. El que se puede
comprar un carro que se ve feo sin un emblema, tiene pisto para reponer el
emblema que le hueviaron, ¿y en una
cola? El que se mete en una cola no lo
hace por ahorrar dinero, lo hace por mal educado.
Por este tipo de incoherencias entre los valores que
decimos tener y como nos comportamos, nuestra sociedad no tiene la autoridad
moral de decirle a nuestros niños que no copien en un examen, porque por
pendejos van a estudiar si se pueden sacar al misma nota sin abrir un libro.
No tenemos la autoridad moral de decirle a un ladrón de
celulares que no nos asalte en un semáforo, cuando nosotros mismos les compramos
ahí por la Plaza Libertad lo que ellos le hueviaron a alguien más o incluso a
veces, a nosotros mismos.
No tenemos la autoridad moral de exigirle a un
diputado que no nos robe el voto cambiándose de partido por dinero, cuando
nosotros vemos como “astucia”, el robarse la señal de cable para ver los
partidos del fútbol español.
Entonces, la gran pregunta que yo me hago, y que hoy
se las hago a ustedes es: ¿Con qué cara
le decimos a un seleccionado que no se venda, cuando nosotros por menos de lo
que ellos agarraron por cada partido, hemos vendido los principios que sabemos
que deberíamos cumplir?
Los seleccionados que se vendieron son unos hijos de
puta, pero al menos bajo la lógica de cómo funciona nuestra sociedad, no fueron
pendejos.
una crítica constructiva: si vos pirateas una película, realmente le haces daño al productor que gana al igual que los actores millones de dólares por film?
ResponderEliminar(aclaro que yo compré su documental UNO por el simple hecho de apoyar un proyecto nacional)
Si te bajas un cd de música, le haces daño al artista que gana mucho más en sus conciertos o a la puta disquera que se harta del sudor del artista? (de hecho al artista le dan una miseria por disco vendido al punto que es más rentable que la gente lo piratee y le haga correr la voz y luego estos paguen su boleto a un concierto, aunque aclaro que tengo un par de cd's originales de una banda que me gusta mucho)
si vos ves fútbol por rojadirecta le haces daño al real o al barca que en sus arcas tienen cientos de millones de dólares por la venta de camisas, entradas y más? o a los jugadores que ganan millones por año?....
Sobre lo de copiar o no en un examen, al final el que copia se perjudica a si mismo porque será un inútil en su trabajo
Sobre los malparidos seleccionados que nos vendieron es diferente, jugaron con la ilusión, el amor de una afición que aún sabiendo que nunca hemos ganado nada importante les llenamos el cuscatlan en cada partido...
Aún así creo que todos debemos poner de nuestra parte, si a los jugadores se les garantiza el poder vivir de su juego y tener una vida digna, es más difícil que se vendan
Aún así, los jugadores deben entender que la gente los ve la única forma de traer orgullo y admiración a nuestro humilde país.
Y con ese sentimiento no se juega.....
Fernando Cruz acabas de mostrar con tus palabras que la tesis de este blog es cierta, creo en mi opinión que todo lo que hacemos infringiendo la ley causa un daño a segundas y terceras personas y no podemos venir a excusarnos que porque otro tiene mas que uno nos da derecho a irrespetar sus derechos. no conozco tu situación económica pero si eres de clase media alta o muy alta no te gustaría que alguien de clase económica baja te quitara lo mucho que con tu esfuerzo conseguiste. El respeto al derecho ajeno es la paz.
ResponderEliminarGracias a Dios los ex seleccionados daran lugar a gente que si sienta amor a la camiseta de su pais
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